Nuestra Rocío
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| Rocío Dúrcal | Aquel cartel ... | ... y aquella foto | Aquellos tiempos |
Según se cuenta Rocío eligió a nuestro pueblo en un mapa. Le gusto como sonaba y lo mantuvo. Desde entonces siempre la curiosidad le empujaba a conocer a aquel lugar, que le dio el nombre.
Un día se presentó en plena plaza del pueblo y conoció a Carmen la hija de Antonia la peluquera, que cogía agua del pilar, algo muy habitual en aquellos tiempos. Aquella fue la primera vez que se unía al pueblo, aunque de una forma privada y casi de incógnita.
Luis Sanz, su representante, pidió al Ayuntamiento que la hicieran hija adoptiva del pueblo. En aquellos tiempos regentado por D. José Enrique Puerta. Lo cual aceptaron con pleno grado y desde entonces a toda la población nos llena de orgullo que Rocío lleve por todo el mundo el nombre de nuestra población.
El acto para hacerla hija adoptiva se dejó para el 15 de agosto, en pleno verano. A esos de las 10 de la mañana todo el que pudo se acercaron a recibirla al puente de la carretera de entonces (en el pilar del mono). Tras su llegada su primer acto, como exigían los cánones de la época fue la asistencia a misa mayor.
Después en el ayuntamiento y edificio de entonces se procedió al nombramiento de hija adoptiva del pueblo, dándole en recuerdo una bandeja de plata. Su padrino fue Enrique Llover.
El ayuntamiento invitó a un almuerzo a todos los periodistas y séquito que la acompañaba junto con las autoridades correspondientes. El acto se llevó a cabo en el recién inaugurado restaurante El Zahor, aquella era su primera gran comida.
Por la tarde visitó al pueblo, se subió en burro y paseo por sus calles, Por supuesto la peinó Antonia la peluquera, la madre de aquella Carmen que en otro viaje anterior conoció. Después se inauguró esa calle tan céntrica, que con todo orgullo, mostramos los durqueños.
Por la noche, se hizo un gran espectáculo, pagado totalmente por la cantante, en el Palacio de los Echevarría. Con ella cantó una zambra de Granada.
Una tercera vez fue traída por la comisión de fiestas para que actuara en San Ramón, aquí por supuesto cobró, pero hizo un espectáculo muy hermoso que nos dejó embelezados a todos. Es nuestra hija preferida.
La última vez que volvió fue en agosto de 2002 para recitar el Pregón de fiestas. Fue un emotivo acto del cual los durqueños conservamos un tierno, afectuoso y último recuerdo
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